El accidente se produjo a primeras horas de la mañana de ayer en la autopista A4 Venecia-Turín a su paso por las localidades vénetas de Cessalto y Noventa di Piave, cuando en la zona caía una densa niebla, fenómeno atmosférico muy común en toda la llanura véneta.
A causa de la niebla un camión cargado con bombonas de hidrógeno chocó contra otro, lo que originó el incendió de éste segundo vehículo, que se extendió inmediatamente a los turismos que iban detrás y a los que ocupaban los otros carriles de la autopista.
Tras la explosión se provocó una colisión en cadena en la que se vieron implicados 250 vehículos, entre ellos un camión español que transportaba hilo de coser. El camionero, Paolino González, de 38 años y natural de Lleida, que resultó ileso, contó que su camión chocó contra otro francés a dos kilómetros de donde se había producido el accidente inicial, resaltando así el amplio radio de acción del choque múltiple.
González y su colega francés, que también resultó ileso, ayudaron al resto de los accidentados, en medio de un espectáculo dantesco, según contaron.
Coches encajados entre camiones, chapas retorcidas, cuerpos sin vida y vehículos ardiendo debido a la explosión de las bombonas fue el escenario con el que se encontraron González, su colega y los numerosos bomberos y personal de protección civil que se personaroninmediatamente en la zona.
Los heridos fueron trasladados en decenas de ambulancias y helicópteros a los hospitales de la zona, puestos en estado de alerta.
Un autobús escolar también se vio implicado en el accidente. En el vehículo viajaban padres, profesores y alumnos del Colegio "Astori" de Mogliano (Véneto, a 17 kilómetros de Venecia). Un estudiante resultó herido de gravedad.
La rápida intervención de los bomberos y de la policía, que cerraron al tráfico inmediatamente la autopista, evitó daños mayores, según el subsecretario Tassano.
El conductor español achacó el accidente a la alta velocidad con la que se desplazaban los vehículos por la zona a pesar de la densa niebla.
"El problema es que los coches corren demasiado en Italia", manifestó González que aseguró que por radio se había advertido sobre la densa niebla "y a pesar de ello la gente iba a 140 kilómetros por hora", subrayó.
El subsecretario Tassano reiteró la necesidad de cerrar al tráfico las carreteras en caso de escasa visibilidad por niebla, algo muy frecuente en toda la llanura padana del norte italiano.
"Ante matanzas como esta hay que hacer algo, no podemos seguir sólo contando los muertos. Aunque pueda parecer una provocación, en ausencia de medidas alternativas, lo mejor sería cerrar las autopistas y carreteras adyacentes con visibilidad nula", dijo Tassano.