La suerte quiso que una patrulla de la Guardia Civil se encontrara justo en el lugar del siniestro. Eso es lo que salvó de una muerte casi segura a cinco jóvenes valencianos que el pasado día 21 de junio sufrieron un accidente de coche en el municipio de Jalance (Valencia).
Ocurrió pocos minutos después de la una del mediodía. Al parecer, los jóvenes volvían del instituto cuando el vehículo con el que viajaban se salió de la vía y colisionó contra el guardarraíl de la carretera N-330, a la altura del kilómetro 131.
Sin que apenas les diera tiempo a reaccionar, las llamas envolvieron el turismo. Agentes de la Benemérita del municipio de Cofrentes (Valencia), que casualmente se encontraban en el lugar de los hechos, sin pensarlo dos veces y a pesar de las continuas deflagraciones que se estaban produciendo en el interior del vehículo, acudieron inmediatamente a socorrer a los pasajeros del coche siniestrado.
El conductor y otro joven pudieron ser sacados del turismo rápidamente y resultaron prácticamente ilesos, pero sus tres compañeras quedaron encerradas debido a que las puertas más cercanas estaban bloqueadas por el guardarraíl.
A pesar de las adversidades, los agentes evitaron una tragedia mayor y lograron rescatar con vida a las tres jóvenes que quedaban dentro. Rápidamente las trasladaron en su coche patrulla al centro de salud de la localidad de Jalance.
Una vez allí un helicóptero medicalizado transportó a las dos heridas más graves, con quemaduras de diversa intensidad por todo el cuerpo, al centro hospitalario La Fe de Valencia.
Más de 10 días después, según fuentes sanitarias, una de las menores continúa ingresada en el pabellón de quemados del mencionado hospital.
Tanto el vehículo como los efectos personales de todos los ocupantes quedaron completamente calcinados por la intensidad de las llamas.