La sombra de una explosión planeó ayer sobre Massalfassar (Valencia), pero todo quedó en un susto y en un vertido de combustible que los bomberos controlaron a tiempo, como explicaron fuentes de Emergencias y del Consorcio Provincial de Bomberos de Valencia.
El siniestro ocurrió a las nueve y media de la mañana, en el kilómetro uno de la carretera CV-32, que une la V-31 y el by pass (A-7). Por causas que investiga la Guardia Civil, un camión cargado con 30.000 litros de gasóleo y 2.000 de gasolina volcó en una rotonda y derramó parte de la carga junto a la planta de la ITV del municipio.
El vehículo quedó atravesado en la carretera, pero el camionero pudo salir por su propio pie de la cabina de la cabeza tractora, como indicaron las mismas fuentes. No sufrió ninguna herida de consideración y fue él quien llamó al 112 y alertó de la situación.
Al asegurar que la cisterna había resultado dañada y comunicar que se había producido un vertido de combustible el Centro de Coordinación de Emergencias activó el plan especial de accidentes relacionados con mercancías peligrosas.
Según fuentes de la Generalitat Valenciana, la situación fue calificada de nivel 1, ?al tratarse de un accidente que puede ser controlado con los medios de intervención disponible y que requiere medidas preventivas para la protección de las personas, bienes o medio ambiente? y de tipo 3, ?al contener el vehículo siniestrado una mercancía altamente inflamable?, añadieron desde Emergencias.
Hasta el lugar se desplazaron 17 bomberos con siete vehículos de los parques de la Pobla de Farnals, Moncada, Sagunto y Burjassot. Al operativo de seguridad se sumaron policías locales del municipio, agentes de la Guardia Civil y un técnico de la Dirección General de Interior.
El primer paso fue cortar la carretera al tráfico y establecer un perímetro de seguridad de 50 metros ante el riesgo de explosión de la mercancía. También se interrumpió el fluido eléctrico en la zona como medida de prevención. Después, los bomberos aplicaron espuma sobre el vertido para reducir el riesgo de inflamación y echaron arena para absorber el combustible derramado.
El líquido alcanzó una acequia próxima, pero los efectivos fijaron un dique de arena para contenerlo y evitar que se extendiera. Hasta última hora de la tarde, una empresa especializada se encargó de retirar el material derramado y de trasvasar a una cuba el que todavía quedaba en la cisterna volcada.
Durante todo el día, la Guardia Civil desvió el tráfico por carreteras próximas, lo que evitó que se produjeran retenciones graves.