Otra variable que entra en juego y que quizás no se sepa tanto es la edad y experiencia del conductor. Alguien que empieza a manejar deberá pagar más caro su seguro que otra persona que ya lleva años haciéndolo, ya que según las aseguradoras quienes cuentan con poco tiempo de oficio son más proclives a causar o sufrir algún accidente. Lo mismo sucede con los conductores de edad avanzada.
En ese sentido, el historial que posea el conductor también inclina la balanza a la hora de definir el precio del seguro para tu coche. Por más que lleves años manejando, si en el pasado has cometido un número importante de siniestros, eso encarecerá el valor de tu póliza.
Las mujeres, contra todo mito popular, tienen un mejor historial que los hombres, por lo que habitualmente pagan menos que ellos, ya que según estadísticas de las propias aseguradoras el género femenino produce menos accidentes vehiculares que el masculino.
Además del tipo de conductor que seas, otro elemento trascendental que produce fuertes modificaciones en el precio del seguro es qué clase de coche es el que tú conduzcas. Por ejemplo, los vehículos deportivos y de alta cilindrada son más caros a la hora de asegurar que si hablamos de un automóvil más estándar y de potencia moderada.
En la misma dirección, la antigüedad del vehículo y qué modelo sea, junto a su valor en el mercado e incluso cómo está valuada su seguridad según distintas pruebas y parámetros, son factores que también tienen en cuenta las aseguradoras para calcular el valor de tu plan.
Ahora que posees las herramientas necesarias para calcular un aproximado de cuánto debería valer tu seguro dependiendo qué coche tengas y qué tipo de conductor eres, te será más fácil elegir cuál es el plan que te conviene.