Hasta el pasado 18 de diciembre, último día del que se dispone de datos, la cifra de fallecidos es de 1.826, a los que hay que sumar los 31 de la primera fase de la operación especial de Navidad, entre el 22 y el 27 de diciembre. La estadística resulta especialmente llamativa si se compara con el primer año en el que se hizo balance, 1969, en el que 3.951 personas perdieron la vida. Desde entonces, el pico más alto se alcanzó en 1989 con 7.000 víctimas.
En las cifras de mortalidad de 2009 destacan otros aspectos positivos como el hecho de que sólo se han superado los 200 muertos en un mes (agosto) y que ha habido cinco días sin víctimas mortales sobre el asfalto, el último el pasado 11 de diciembre.
Con estos datos, el margen para que la mortalidad continúe cayendo es cada vez más reducido, pero los responsables de Tráfico confían en algunos cartuchos que aún quedan para reforzar esta tendencia positiva, como la recientemente aprobada Ley de Seguridad Vial que entrará en vigor en mayo y que permitirá que las multas tengan el efecto disuasorio esperado.
Este cambio en la legislación se suma a otras iniciativas puestas en marcha en los últimos años, como la implantación del carné por puntos en 2006, la reforma del Código Penal a finales de 2007, y la implantación de radares fijos en las carreteras que han permitido encadenar este balance. La combinación entre campañas de concienciación y represión, que se han intensificado, han contribuido también de forma decisiva.
El hecho de que España haya sumado seis años con una reducción de muertos en accidentes de tráfico rompe las tendencias más positivas que han experimentado otros países europeos, que a los cinco años consecutivos de bajadas han visto como se volvían a dar repuntes.
Fuente: elpais.com, Madrid 01/01/2010