En España estamos acostumbrados a ver motos y ciclomotores circulando a pleno sol con las luces encendidas. ¿Por qué? Porque siempre se pensó que, debido a su reducido tamaño, estos vehículos no se veían bien de lejos. Así, se decidió que circulasen siempre con luz, de tal forma que pudiesen ser detectados mucho antes. Por las mismas razones, en los países nórdicos, donde hay menos luz, hace ya años que es obligatorio conducir siempre así con todo tipo de vehículo. Además, en Francia, va a ser obligatorio a partir de octubre, aunque estará en fase experimental.
Aplicando la misma lógica que utilizan nuestros vecinos, son muchas las voces que, históricamente, han defendido la necesidad de que los automóviles también empleen el alumbrado durante el día en España. Por un lado, los conductores se verían mejor unos a otros. Por otro, los viandantes detectarían mucho antes la llegada de unos coches que cada día son más rápidos, más silenciosos y más miméticos con los colores del paisaje y del asfalto.
Sin embargo, la idea ha tenido poca acogida en nuestro país. De hecho, nunca ha terminado de verse con buenos ojos y la sociedad no parece muy interesada en ella. Y eso que, en un país donde mueren 4.000 personas al año en accidentes de circulación, cualquier solución que rebaje el número de muertes debería adquirir una importancia capital. Al menos, si su eficacia está demostrada, y en este caso lo está.
Desde luego, así lo entienden los principales expertos consultados por Autopista Online. Y así lo ha entendido también la DGT que, en su etapa anterior, siempre se había mostrado proclive a introducir la obligación de circular de día con el alumbrado conectado. También estudian la posibilidad de implantar la obligación en España. Un portavoz del organismo nos ha confirmado que sus técnicos siguen muy de cerca la experiencia francesa para ?copiarla? si es preciso.
Motivos de peso
Los datos y las investigaciones son claros. Siempre que se han hecho estudios, se ha demostrado que llevar las luces de cruce encendidas recorta el tiempo de reacción de los demás ocupantes de las vías, sean conductores o peatones. A cierta distancia, un vehículo se ve hasta un 20 por ciento antes con luces que sin ellas, aunque sea mediodía.
El argumento es tan poderoso que incluso la propia industria automovilística europea, a través de su patronal, Acea, ha recomendado a la Unión Europea que estudie la implantación de esta idea a escala comunitaria. Pero la pesada burocracia europea necesita muchos datos y muchas pruebas. Y, la verdad, no hay demasiado material científico, aunque el que hay es demoledor.
El estudio más serio sobre la materia que se conoce en Europa fue elaborado por el servicio holandés de Seguridad Vial, el conocido SWOV. Entre 1997 y 1998 analizaron a fondo las ventajas y desventajas de llevar las luces durante el día y realizaron innumerables ensayos.
Analizaron país por país toda la Unión Europea y su entorno, incluyendo estados como Israel. Probaron cómo influye la conducción con luces diurnas tanto en invierno como en verano, en el norte y en el sur de Europa. Evaluaron incluso los costes y los pusieron en comparación con las consecuencias económicas de los accidentes? En total 180 páginas que deberían convencer a cualquiera?
En conclusión, tras extrapolar los datos obtenidos a toda Europa Occidental, los científicos del SWOV aseguraron que llevar las luces puestas durante el día lograría una reducción de los accidentes con víctimas mortales del 24,6 por ciento en toda la Unión. Es decir, unas 5.500 muertes menos por año.
Además, el número de personas heridas se reduciría en un 20 por ciento, unas 155.000 personas; la cantidad de accidentes disminuiría en 740.000 por año y el coste económico de la siniestralidad vial se aminoraría en un 12,4 por ciento. ¿Hacen falta más razones?