Todo apunta a que, en los próximos meses, los ciudadanos alicantinos contemplen por primera vez en la regulación del tráfico de la ciudad a personal con uniforme y funcionario, que previsiblemente se llamará «controlador» pero que nada tendrá que ver con la Policía Local, e incluso no podrá portar armas. Además, también impondrán multas de tráfico y hasta efectuar determinadas funciones relacionadas con la seguridad. En definitiva, asumirán gran parte de las funciones de la Policía Local pero sin serlo. Para el Ayuntamiento, el recurso a este personal tiene unas ventajas contundentes, ya que cobra bastante menos y, además, se podrá incorporar a sus funciones en un breve plazo de tiempo, frente a los muchos meses de formación que precisa un policía local.
Entre las funciones para las que no está autorizado este personal se encuentra la de intervenir como representantes de la autoridad en atestados y accidentes, ni tampoco podrán participar en funciones de seguridad en las que se precise portar armas.
La implantación de estos controladores puede resultar polémica entre los representantes sindicales municipales, por lo que supone de merma de gran parte de las funciones tradicionales de la Policía Local. Sin embargo, fuentes consultadas señalan que la creación de este personal está respaldada legalmente por la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos Generales del Estado del pasado año e incluso ya hay algún Ayuntamiento, como el de Madrid, que dispone de este personal para determinadas funciones relacionadas con el tráfico y la Ora.
No obstante, el delegado municipal de Recursos Humanos subraya que el Ayuntamiento de Alicante va a seguir intentado incrementar el número de agentes de la Policía Local y afirma que en su propuesta para el presupuesto de 2005 incluye la creación de 40 nuevos agentes.
En cualquier caso, una de las asignaturas pendientes del actual alcalde, Luis Díaz Alperi, es la Policía local, al no haber podido cumplir su compromiso de incrementarla para cubrir básicamente las necesidades de la ciudad, fundamentalmente por razones presupuestarias.
La implantación de este personal civil para funciones de la actual Policía Local va a suponer un importante ahorro a las arcas municipales, ya que mientras la Policía Local pertenece al grupo C, dentro de la escala retributiva, el nuevo personal podría ser del Grupo D o incluso E, lo que supone un sueldo inferior al 50 por ciento con respecto a un policía. Además, el Ayuntamiento se ahorrará el pago de horas extras a los policías, partida que cada año supone un elevado desembolso.