MADRID.- El 36% de los tramos de las carreteras españolas presentan un índice de accidentalidad ?alto o muy alto? según un informe realizado por el Programa EuroRap y en el que han participado los clubes automovilísticos RAAC y RACE. Para realizar este análisis EuroRap, en colaboración con el Ministerio de Fomento y la Dirección General de Tráfico, estudió un total de 1.182 tramos o 21.398 kilómetros, el 87% de la Red de Interés General del Estado.
Según EuroRap, el 36% de los tramos de las carreteras españolas presentan un índice de accidentalidad ?alto o muy alto?, mientras que el 34,1% representa un riesgo bajo o muy bajo. Este mismo informe señala también que los tramos en los que se producen más accidentes tienen una Intensidad Media de Vehículos (IMD) muy baja, se encuentran próximos a zonas urbanas o interurbanas. Otra de las conclusiones que se obtienen de este estudio es que las carreteras que no tienen intersecciones a nivel o medianas presentan un mayor índice de accidentalidad que aquellas que están equipadas con estos elementos.
Por Comunidades Autónomas, Galicia es la comunidad más peligrosa para los conductores ya que el 52% de los tramos estudiados tiene un riesgo alto o muy alto de accidentalidad en tanto que Madrid, con ningún tramo de estas características, y Cataluña, con sólo el 1%, son las comunidades que tienen menos tramos con niveles altos de riesgo.
Después de Galicia, le siguen Asturias con el 21% de sus tramos en niveles de riesgo muy altos, Aragón con el 18%, Murcia con el 15% y la Comunidad Valenciana y Extremadura con el 13%.
En este sentido, el RACE señaló que es necesario que se incrementen los esfuerzos para mejorar las carreteras españolas al mismo tiempo que los conductores extremen las precauciones cuando circulen por ellas. Este club también añadió que España está muy lejos de reducir el número de accidentes mortales al 50% en 2010, según las exigencias del Libro Blanco de la UE.
Por su parte el RACC cree necesario mejorar la legislación sobre tráfico, el control del mismo mediante más vigilancia y una mayor coordinación entre todas las competencias públicas relacionadas con la seguridad vial.