FERNANDO I. LIZUNDIA
Prometen ser una de las grandes contribuciones a la seguridad en carretera. Ayudarán a evitar los atropellos en situaciones de baja visibilidad y convertirán en cosa del pasado la tediosa tarea de tener que detenerse al borde de la carretera para cambiar una rueda pinchada. Su nombre genérico es run flat y son los neumáticos antipinchazos que permiten rodar varios cientos de kilómetros a 80 kilómetros por hora sin deteriorarse ni comprometer la seguridad del vehículo tras haber perdido todo el aire. Inicialmente ofrecidos por Goodyear y Pirelli, fue Michelin quien mejoró la fórmula con su sistema PAX, adoptado por los principales fabricantes. Mercedes, BMW, Audi, Rolls Royce, Chevrolet o Ferrari han adoptado estas cubiertas, que ahora también llegan a vehículos quizá no tan glamourosos, como es el caso del Renault Mégane Scénic II.
Cambiar una rueda al borde de una carretera concurrida es un deporte de riesgo. Las estadísticas demuestran que el simple hecho de detener el vehículo en el arcén de una autopista, cualquiera que sea la razón para ello, equivale a desafiar al destino. En la década de los 90, tras una trágica serie de atropellos ocurridos en las autopistas británicas con un doloroso balance de muertos y heridos graves, las autoridades de aquel país instaban desde la televisión a sus compatriotas a que, en caso de detención inevitable, abandonaran el vehículo y también la autopista.
Pero, ¿qué se puede hacer en caso de pinchazo? La verdad es que más bien poco. Proseguir la marcha significa, por un lado, perder dinero. Tras unos pocos kilómetros circulando sin presión, el neumático y la llanta sufrirán daños irreparables y tendrá que ser sustituido. Pero, además, la cubierta de un neumático pinchado puede desprenderse de la llanta, lo cual hará que el coche se vuelva poco menos que ingorbernable, sobre todo si es una de las ruedas delanteras.
Circular lentamente para evitar que esto suceda también entraña riesgos, ya que se pueden producir colisiones por alcance, además de maniobras bruscas para evitar tal eventualidad. Visto así, parece que no hay salida, ya que si una solución es mala, la otra parece aún peor. Pero, en realidad, si las hay: los neumáticos antipinchazos, también conocidos como run flat, capaces de rodar sin aire y, más difícil aún, sin deteriorarse fatalmente y sin comprometer la seguridad de los ocupantes del vehículo afectado.
Entre los pioneros en desarrollar este tipo de cubiertas figuran la estadounidense Goodyear, con sus sitema Extended Mobility Tire (EMT), y la italiana Pirelli, que lanzó los P-Zero. Estos neumáticos contaban con flancos reforzados, capaces de soportar el peso del vehículo incluso en caso de pérdida total de presión. Sin embargo, tal sistema tiene sus inconvenientes, al ser más pesados que los neumáticos normales, estas cubiertas someten a las suspensiones y a la dirección a un trabajo extra. Además, no digieren bien los firmes irregulares.
Unos años más tarde, en 1996, Michelin presentó su sistema PAX. Este consiste en una banda de rodadura de caucho montada directamente sobre la llanta que, a su vez, recibe el neumático. En caso de pérdida de presión, la cubierta se apoya sobre la citada banda de goma y puede seguir rodando sin grave deterioro de la estabilidad y sin pérdida de dirección. Además, el PAX puede circular sin problema sobre terreno deteriorado, ya que la forma del neumático y de la llanta evitan que ambas pierdan contacto y se desllante. El PAX también cuenta con un medidor de presión en cada rueda, que advierte al conductor de la pérdida de aire en cualquiera de ellas.
Inicialmente, este sistema tan sólo se montó en los vehículos más exclusivos. Mercedes-Benz, una de las pioneras en este terreno, eligió los run flat para equipar a sus vehículos de la Clase S. A medida que ha ido transcurriendo el tiempo, estos neumáticos han ido equipando, bien de serie o bien como opción, a otros vehículos de esta casa alemana. También por razones obvias ?la falta de espacio para una rueda de repuesto?, la firma de Stuttgart decidió equipar con estos neumáticos a los vehículos del otro extremo de su gama: los liliputienses Smart.
Del Roll Royce al Mini
Ésta fue, asimismo, la razón que llevó a la también alemana BMW a elegir este tipo de neumáticos para sus deportivos descapotables Z4 y Z8. En fechas más recientes, el grupo bávaro también ha elegido los run flat como equipo de serie para los hiperexclusivos Rolls Royce Phantom.
Al igual que hizo Mercedes, BMW también equipó con estos neumáticos a algunas versiones del Mini, como es el caso de los Cooper S, ya que sus maleteros no podían acoger un neumático de gran sección y seguir mereciendo tal nombre.
Razones similares son las que han llevado a la gran mayoría de los fabricantes de vehículos deportivos de lujo a adoptar los run flat como equipo de serie, o recomendado, de sus vehículos. Este es el caso de Ferrari, de Lamborghini o de Chevrolet, con sus Corvette, por citar sólo algunos ejemplos.
De hecho, tras los acuerdos alcanzados por Michelin con otras marcas de neumáticos ?como Goodyear, Bridgestone o Pirelli? la mayoría de ellas ya han comenzado a producir series enteras de cubiertas adaptadas a este estándar. Como ejemplos se pueden citar los Potenza RE050 de Bridgestone o los Pirelli Eufori@, destinados ambos a vehículos de altísimas prestaciones.
Pero este tipo de avances, como ha sucedido con tantas otros sistemas de seguridad del automóvil, ya ha dejado de ser algo privativo de la elite y ha comenzado a llegar a los vehículos producidos en grandes series. Este es el caso del nuevo Renault Scénic II, que lo ofrecerá como equipo opcional cuando este novedoso monovolumen comience a comercializarse, a partir del próximo 20 de junio. Otras marcas, como Alfa Romeo, prefieren rellenar los neumáticos con espuma autosellante y conectarlas a un compresor instalado en el hueco de la rueda de repuesto.
Fuente: http://elmundomotor.elmundo.es/elmundomotor/2003/06/09/tecnica/1055159402.html