El reconocimiento de la necesidad de tal examen racional, sin prejuicios, demuestra la posibilidad de asumir una actitud crítica y constructiva dentro de la cada vez más soberbia perspectiva de la Ingeniería Vial, llegando incluso a demostrar que sus proyectos de diseño también pueden contener errores.
Es frecuente escuchar el recurso más o menos artificioso siguiente; ?si la carretera fallara, todos los vehículos se accidentarían en donde se encuentra este fallo?. Tal afirmación le da un ?jaque? al razonamiento, pule la superficie de rodamiento, desaparece sus fracturas, pasando la aspiradora de la omisión, eliminando de tajo, además, la critica a las normas que se refieren al tráfico, a la señalización, al balizamiento.
La antigua ilusión de que los caminos son y están diseñados con las mejores especificaciones de seguridad y que la circulación sobre ellos es en un pacifico fluir sin fracturas internas o anomalías de cualquier índole se halla en su ocaso definitivo.
Es frecuente escuchar el recurso más o menos artificioso siguiente; ?si la carretera fallara, todos los vehículos se accidentarían en donde se encuentra este fallo?. Tal afirmación le da un ?jaque? al razonamiento, pule la superficie de rodamiento, desaparece sus fracturas, pasando la aspiradora de la omisión, eliminando de tajo, además, la critica a las normas que se refieren al tráfico, a la señalización, al balizamiento.
La antigua ilusión de que los caminos son y están diseñados con las mejores especificaciones de seguridad y que la circulación sobre ellos es en un pacifico fluir sin fracturas internas o anomalías de cualquier índole se halla en su ocaso definitivo.