El día de excursión acabó en un tremendo susto para 67 niños de entre 8 y 10 años del colegio Vasco Núñez de Balboa de Benidorm. Un camión frigorífico embistió a los autobuses en los que viajaban, al detenerse los chóferes para cerrar una puerta abierta en uno de los vehículos. Una alumna de nueve años recibió el impacto de lleno en su asiento y está hospitalizada en La Fe en estado muy grave.
El siniestro se produjo alrededor de las cuatro y media de la tarde, en el kilómetro 535 de la AP-7 en sentido a Alicante, muy cerca de la salida hacia Sollana. A esa hora, el grupo de escolares regresaba a Benidorm en dos autobuses después de haber pasado el día de visita en el Oceanográfic de Valencia.
Según explicaron los chóferes, la puerta de uno de los transportes estaba medio abierta. ?Para que aquello no empezara a dar bandazos arrimamos al arcén los dos autobuses, con todo bien señalizado, y solucionamos el problema. Cuando ya emprendíamos la marcha vi. por el retrovisor un camión que venía a toda velocidad?, relató uno de los conductores, Miguel Juan.
El impacto fue brutal. El camión se estrelló contra uno de los autobuses, volcó y alcanzó al otro transporte escolar. Tras ello, quedó en medio de la AP-7, que se convirtió en un infierno de nervios. Los niños empezaron a llorar mientras los profesores se afanaban en sacarlos del autobús. El 112 recibió las llamadas de los afectados y los testigos.
Pero la principal preocupación se hallaba en la parte posterior del primer autobús alcanzado por el camión. Allí la pequeña L G. G., de unos nueve años, estaba atrapada y no respondía. Había perdido el conocimiento a consecuencia de un fuerte golpe en la cabeza.
Rescatada por los bomberos
La menor, que sufrió un severo traumatismo craneal, fue rescatada por los bomberos del Consorcio Provincial y evacuada con urgencia a La Fe, donde ingresó en la UCI. El camionero, de 43 años, salió del vehículo por su propio pie y fue trasladado al Hospital Clínico con una brecha en la cabeza y algunos rasguños.
Mientras las víctimas eran asistidas, el resto de niños permaneció junto con los profesores en el camino Les Planes de Almussafes. Allí los educadores trataron de hacerles olvidar el duro trance con corros, juegos y canciones infantiles. La Policía Local y los miembros de Protección Civil les trajeron plátanos, rosquilletas y agua para hacer más llevadera la espera de otros dos autobuses para continuar la vuelta a Benidorm.
El camión volcado cortó dos de los tres carriles de la AP-7, lo que causó colas de cinco kilómetros que causaron graves problemas de circulación durante toda la tarde.