El accidente ocurrió sobre las 16.07 horas. Según las primeras hipótesis, el conductor pudo intentar evitar el turismo, un Renault-21 que se encontraba detenido, lo que provocó que el camión, de 16 toneladas de peso, perdiera el control tras un brusco frenazo y la colisión contra éste. El vehículo, a continuación, se precipitó por un barranco de siete metros de altura y salió materialmente por los aires, «volando» cerca de 20 metros y realizando un giro sobre sí mismo para caer boca abajo. El conductor falleció de forma instantánea.
Según algunos testigos, tres personas huyeron del lugar instantes después de producirse el accidente. Según la Policía, podrían ser el conductor y ocupantes del coche abandonado. Dicho turismo, que quedó materialmente destrozado, estaba abierto y los agentes comprobaron que no se encontraba robado. El mismo pertenece a un vecino de Mutxamel, que lo tenía dado de baja, por lo cual carece de seguro. La Guardia Civil se puso en contacto con la empresa propietaria del camión para notificar el accidente y el fallecimiento del conductor, mientras se solicitaba la presencia de un vehículo de Bomberos de Elche para proceder a la limpieza de la calzada y comprobar que el camión no se quemaría, para lo cual se retiraron los contactos de la batería.
El titular del juzgado de Instrucción número 3 de Elche se trasladó al lugar del accidente, al frente de la comisión judicial, para proceder al levantamiento del cadáver, que fue conducido al Instituto Anatómico Forense de Alicante para realizar la autopsia. La retirada del turismo implicado provocó colas en la autovía A-70 hasta pasadas las 19 horas, pues tuvo que cerrarse al tráfico un carril para facilitar la labor de una grúa que procedió a su retirada.