CARLOS CANCELA
EL MUNDO MOTOR
MADRID.- Hay muchos conductores convencidos de que el todoterreno es el coche más seguro. Su robustez mecánica, las vigas en su parte inferior, parecen avalar esa imagen de seguridad. Y, en efecto, pueden ser más seguros en un caso concreto. El de un choque en el que se vean implicados varios vehículos, y en el que los ocupantes pueden sufrir algo menos las secuelas del accidente. Pero también tienen sus límites. Si se trata de circular con un coche normal por una carretera a 120 km/h y se presenta un problema, tenemos bastantes probabilidades de solucionarlo. Realizar la misma maniobra con un todoterreno grande puede suponer acabar volcados o fuera de la carretera.
Inercia
La explicación es pura física. Una berlina media pesa 1.200 kilos mientras que un todoterreno equivalente pesa al menos 2.000 kilos. La inercia es mucho mayor en el caso del vehículo pensado para ir fuera del asfalto que en la berlina. También el centro de gravedad está situado más alto. Detener uno de estos vehículos en una situación límite exige la mayoría de las veces tener muchas horas de volante y considerable dosis de sangre fría. De lo contrario, el vehículo puede salirse de la carretera, volcar o chocar contra algunos de los que circulen por la ruta.
Hay dos tipos de seguridad en un automóvil. Por un lado está la seguridad activa, que es la que nos permite evitar el accidente. Las últimas generaciones de todoterreno acrecientan esa seguridad con elementos como el control de tracción o de estabilidad.
Aun así, conviene no relajarse y tener siempre en cuenta que son vehículos pesados y difíciles de controlar.
Hoy en día las cifras de potencia han subido de manera espectacular, y muchas veces sus conductores no son conscientes de que con 300 caballos (o incluso más) bajo el pie, se colocan a 200 km/h a poco que se descuiden. Lo difícil es llegar a una curva a esa velocidad y controlar el coche. Con un vehículo de este tipo hay que guardar una mayor distancia de seguridad que con un vehículo normal, ya que necesitaremos más metros para detenerlo.
Si con un coche normal se puede circular por una buena carretera a 140 km/h, esta cifra puede ser excesiva cuando se circula con 2.500 kilos de peso, con unas ruedas que agarran mal en asfalto (si son para campo), con unos frenos que pueden no tener suficiente eficacia y con un centro de gravedad alto que a la más mínima maniobra brusca nos hará volcar.
El otro aspecto que conviene señalar es la seguridad pasiva, la que funciona cuando se produce el siniestro, y sirve para proteger a los ocupantes. En este sentido los todoterreno han mejorado mucho. Por primera vez dos coches de este tipo acaban de lograr la máxima puntuación (cinco estrellas) en las pruebas de choque de EuroNCAP. Se trata del Volvo XC90 y del BMW X5, por el momento los más seguros.
Estas pruebas son en realidad un «crashtest» en el que se analiza con maniquíes (dummies) las lesiones que se producirían las personas en el interior de un vehículo tras un choque frontal a 60 km/h y en un choque lateral contra un poste. Se analiza el funcionamiento de los airbag y la protección que proporcionan a los ocupantes, pero no se analiza la propensión del vehículo a sufrir un accidente.
En EEUU, donde los vehículos todoterreno son los reyes, el pasado año murieron en sus carreteras 43.000 personas. Lo más destacable de esta cifra, la más alta de los últimos doce años, es que los accidentes de todoterreno han aumentado en un 14% con respecto al año anterior.
Vuelcos mortales
El 61% de los accidentes en los que se vieron involucrados fueron vuelcos, según las estadísticas del NHTSA, organismo encargado de vigilar la seguridad en las carreteras. En ellos murieron en el año 2002 más de 2.400 personas. Todas estas víctimas se han producido pese a que los coches cada día llevan más elementos de seguridad como el ESP o el control de tracción y los airbag frontales y laterales.
Según unas pruebas del propio NHTSA, dos coches del segmento todoterreno se llevan cinco estrellas de seguridad. Se trata del Volvo XC90 y del Kia Sorento. Estas pruebas, que han sido criticadas por algunos fabricantes, utilizan fórmulas matemáticas para predecir la posibilidad de que se produzca un vuelco.
Ante estas críticas el organismo americano ha anunciado que a finales de año tendrá preparadas unas pruebas nuevas con curvas muy cerradas para determinar las posibilidades de vuelco de un vehículo.